Si. Lo reconozco. De alguna manera me hago sufrir a mi misma. Si. Soy una masoquitas. Porque aun que se que me va ha hacer mal no puedo soportar la tentación de mirar una vez mas el móvil y comprobar que no hay rastro de ninguna llamada perdida ni de ningún mensaje tuyo. Porque no puedo dejar de esperar eso, una triste llamada, un triste mensaje, un simple 'hola ¿qué es de tu vida?'. Pero no, nada, nada de nada. Rompiéndome la cabeza pensando. Buscando razones inexistentes. Entonces, cuando me has hundido bajo tierra, en lo mas profundo del núcleo, con el magma. Es cuando me recoges y me levantas hasta las nubes, que digo las nubes, hasta fuera de la atmósfera, hasta Venus, con una simple llamada, con una simple sonrisa, o con un simple beso en la frente. Por eso te considero mi mejor técnica de masoquismo. Porque no puedo dejar de sonreír cuando veo tu nombre en mi agenda y porque no puedo dejar de sufrir cuando creo que me olvidas.
MUACK!
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